En el marco de la conmemoración de la memoria y la resistencia popular, se realizó un emotivo acto en Saravena, en honor a las víctimas del atentado terrorista al edificio Héctor Alirio Martínez, sede del movimiento político de masas social y popular, hace tres años. Este ataque, perpetrado con un carro bomba por orden de Antonio Medina, de las disidencias de las FARC, dejó una profunda huella en la comunidad y reafirmó la importancia de la lucha social en el centro oriente del país.
Más de 500 representantes de diversas organizaciones sociales y comunitarias se dieron cita el pasado domingo 19 de enero en el mismo lugar de los hechos. Durante el evento, los asistentes ratificaron su compromiso de seguir defendiendo el territorio, promoviendo los derechos humanos y consolidando un plan de vida que guíe el camino hacia un cambio verdadero y la transformación social que tanto anhelan.
El Día de la Memoria y Resistencia Popular se convierte en una fecha clave para la introspección y el fortalecimiento de la lucha social. Los participantes reflexionaron sobre sus metas y las estrategias necesarias para forjar fuerzas que permitan avanzar en sus planes de vida y cosechar triunfos en su territorio, a pesar de los constantes intentos de desestabilizar el movimiento social.
La conmemoración también sirvió como un tributo a los líderes y lideresas que han sido asesinados por grupos paramilitares autoidentificados como disidencias de las FARC. Entre ellos, se destacó la figura de Josué Castellanos, un líder comunitario que luchó incansablemente por los derechos de su pueblo, dejando un legado de lucha y resistencia que inspira a generaciones actuales y futuras.
El evento culminó con una celebración cultural y un almuerzo, en un ambiente de unidad y determinación. Los asistentes se comprometieron a seguir la lucha, afirmando que son muchos los Alirios, Leoneles, Jorges y Josues que, con valentía y firmeza, están dispuestos a defender sus causas populares y construir un futuro mejor para todos.
