La comunidad del municipio de Arauquita vivió un momento de optimismo ayer con el reinicio de las obras de construcción de la sede de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD), un proyecto largamente esperado que ha permanecido paralizado durante aproximadamente tres años. Esta reactivación, impulsada por la inversión adicional de 550 millones de pesos anunciada por la Gobernación de Arauca, representa un avance concreto en el compromiso del gobierno departamental con la educación superior en zonas vulnerables.
La obra, que abarca 3.258 metros cuadrados y está diseñada para atender a más de 5.000 estudiantes en modalidades virtual y presencial, beneficiará a jóvenes y adultos de Arauquita y áreas aledañas con programas de pregrado y posgrado. El anuncio de los recursos adicionales se realizó hace algunos meses, tras mesas de trabajo con el Ministerio de Educación Nacional, bajo el liderazgo del gobernador Renson Martínez, quien ha enfatizado la educación como eje central de su gestión para el desarrollo regional.
La UNAD, fundada en 1981 y reconocida como la universidad pública más grande de Colombia con más de 339.000 estudiantes matriculados en 2025, se destaca por su modelo innovador de educación abierta y a distancia. Como la primera institución 100% virtual en obtener la acreditación institucional de alta calidad por el Ministerio de Educación Nacional, la UNAD ha sido galardonada internacionalmente, incluyendo su inclusión en el ranking mundial de Times Higher Education 2024 y premios como “Mejor Institución de Educación Digital” en los LATAM Digital 2024. Su enfoque en la inclusión y el uso de tecnologías de la información y comunicaciones (TIC) la posiciona como líder en equidad educativa, contribuyendo al desarrollo humano sostenible de comunidades locales y globales.
En un contexto como el de Arauquita, marcado por desafíos económicos persistentes y episodios de violencia que limitan el acceso a oportunidades formativas, la presencia de una sede de la UNAD adquiere una relevancia estratégica. Esta infraestructura no solo facilitará el acceso a educación superior de calidad sin necesidad de desplazamientos costosos, sino que también podría mitigar factores de riesgo social al promover la formación profesional, el emprendimiento y la inserción laboral. Expertos en educación destacan que instituciones como la UNAD fortalecen la resiliencia comunitaria en regiones fronterizas, ofreciendo herramientas para superar barreras geográficas y socioeconómicas, y fomentando la paz a través del conocimiento.
El reinicio de las obras ha generado expectativas entre residentes y líderes locales, quienes ven en este proyecto un catalizador para el progreso del municipio. La Gobernación estima que, con esta inyección de recursos, la finalización podría concretarse en los próximos meses, consolidando a Arauca como referente educativo en la Orinoquía. Este avance subraya la importancia de la inversión pública en educación para transformar realidades locales y garantizar equidad en el acceso al saber.
